Si hay algo que es patente es que la obsolescencia programada no corre a la misma velocidad en iOS que en Android. Mientras que iOS 6 ha sido capaz de correr en un teléfono con más de cuatro años, hay teléfonos de Android que nacen muertos, sin aspiraciones a futuras actualizaciones.

Una gráfica compara el tiempo de soporte que tienen los iPhone respecto a la competencia